Escribió este poema de mi para mi padre:
La
madrugada le baraja el rostro
hoy
su padre le habla desde un gran volumen vacío
ella
aún corre sobre tablones y puentes
es
su pequeño centinela
y
en su isla
estallan
recuerdos
¿habrá
una carta desconocida
para
tocar las manos de tu alma?
Ambos
se hicieron entre si
mojados
desde
su propia audacia
hombre
e hija
crearon
un metal oculto
empuñando
sabia tanta ternura
¿dónde
nace tu sombra...papá
para
deshacerla en algún lodo?
¿te
rejunto
fuera
de ti en mi?
Y
entonces se descansa de piel
en
los jugos del corazón
“tu
mano, pequeña, quedará en mis manos
y
sus fisuras
son
ausencias que beben”
hoy
el tiempo enciende de nuevo luz en el viento
su
memoria es finita como un hecho
porque
el aire Mariana lo llena de signos
que
coloca en voz baja.
Siempre se vive cuando el amor está asomado. Cada recuerdo... tiene una nueva vejez que vivir.
ResponderEliminarMuchos cariños Mariana.
Precioso!! Y, claro, me emocionó... :-)
ResponderEliminarque hermoso!!!
ResponderEliminargracias Enrique
precioso. Sin palabras
ResponderEliminarHermoso, Enrique, ¡gracias!
ResponderEliminarAsí como la sangre coagulada del espero perfecto en las gradas de mí jaula sin alas, será así?
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