Somos deseo. Cada ser humano es una vasija para llenar de placer, dice la Cabalá. Y podríamos vivir en perfecta armonía entre los seres humanos, y toda la naturaleza, si ese deseo no estuviera controlado por el egoísmo que sólo nos hace desear autosatisfacción y punto. Manejamos tan negativamente el ego, que hemos hecho de nuestra existencia un paso lastimoso y miserable por el planeta, que de paso, también sufre lo suyo por esto mismo.
Esto, que repasaba hoy día en mi clase, me trajo a la mente el tema de la autoestima. Ya se sabe, esa percepción que tiene una persona sobre su valía y, que mucho me temo, no siempre está bien entendida y por lo tanto, bien manejada. Yo no soy psicóloga, ni psiquiatra; mi conocimiento de la conducta humana sólo está apoyado en mis propias búsquedas culturales y la experiencia vivida entre la gente, y me he dando cuenta de que, la mayoría de las veces, hemos recibido y difundido entre todos un equivocado culto al ego. A veces se nos empuja para “mejorar” nuestra autoestima, a comportamientos absurdos -generalmente, fatalistas y agresivos- para resolver una situación que podría tener otras salidas pero que se consideran poco gloriosas para el ego. Vale decir, la mayoría de las veces usamos, como apoyo a nuestra autoestima, actitudes que cortan cualquier entendimiento y sobre todo, equilibrio. Porque, pasado el minuto de gloria en que fui capaz de decir, vete a la mierda a una amistad, a un hijo, a una hermana, o a una pareja, no me siento mejor, y no es porque mi baja autoestima me haya hecho arrepentirme, sino, sobre todo, porque no resolví nada, más bien lo empeoré, entonces, no me queda más que autoconvencerme de que lo hice por autosatisfacción y que eso es lo correcto. Por salud mental, nos gusta decir. Si, porque esta cultura al fortalecernos el ego de esa manera, para querernos, respetarnos y valorarnos, nos convence de que la única manera de relacionarnos bien y demostrar que nos amamos, es el egocentrismo, y bien contundente. Pues si, nos hemos convencido de que hay que ir por el mundo con la autoestima bien alta, no hablamos de autoestima sana, sino alta, y para eso hay que oponer una asertividad que raya en la agresividad. O sea, para que nos valoren, nos estimen, porque también es un punto importante la valoración del entorno, hay que vencer en una lucha de egos. Tenemos que demostrar que somos duros: que le ganamos al otro.
Creo que son demasiadas las personas que hacen daño a terceros y a si mismas por ser mal aconsejadas en el tema o por su propia mala interpretación. Está claro, para mi, que tiene que ver con una práctica humana equivocada que sólo ayuda a la frustración, la desunión e incluso al odio. Si fuera mal pensada diría que el fomento del egoísmo en la sociedad está provocado adrede.
Y no estoy hablando de casos severos, que desgraciadamente abundan y que me temo, estan directamente relacionados con la miseria, la incultura y el desamparo que el cruel sistema económico que vivimos mantiene a millones de personas en el planeta.
La autoestima, estoy segura, siempre debe ir pareja a la estima del prójimo.
La historia del ego es la historia de la autoestima en solitario. El ego debe inventarse cada día nuevas razones de existir y entonces es víctima del sentido de la autoestima.
ResponderEliminarTema muy bien tratado, Mariana.
Muchos besos.
Yo sí creo que el egoismo está creado adrede, es la comodidad de no tener que pensar en el otro. Como comentaba el otro día hablando de otro tema, cuando la gente (siglos y décadas ha) vivía en pueblos, no existía casi la privacidad. Todos sabían todo de todos, se compartía más, se era más solidario. Al aparecer las ciudades, llegó la despersonalización y con ella, esa obligación de la privacidad, el miedo. Ya nadie quiere dar su celular, su mail, su tarjet, decir donde vive para que no lo molesten. Es triste, se perdió la unidad de grupo.
ResponderEliminarcierto, Marci, el egoísmo es fomentado abusivamente, es la mejor cualidad del sistema de propiedad privada que vivimos. y por ende, como ud. dice, perdemos la unidad de grupo, que es precisamente lo que el sistema busca. En realidad, estamos necesitando urgentemente unirnos como vecinos, como amigos,como hermanos, como almas...
ResponderEliminarbesitos Enrique y Marcia
Exacto, se busca la despersonalización, la individualización cada vez más fuerte de la gente para que nadie salte antes los atropellos del otro. Mientras no le toquen su metro cuadrado, sus cositas, su platita y sus huevaditas, nadie se mueve por el otro. Es muy triste y contra eso hay que luchar. Como he dicho muchas veces, lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia, que es peor que el odio.
ResponderEliminarBESITOOOOOS
No sé si el egoísmo sea algo creado, más bien pienso que es parte de la naturaleza humana como todos nuestros defectos y virtudes. En todo caso, es una pena que la autoestima esté hoy en día pasando por la criba del egoísmo y la agresividad de nuestras sociedades actuales, pues obviamente el sentido real de la autoestima no radica en crear respuestas agresivas ni en "dar lecciones" contundentes al otro a base de insultos o frases lapidarias, sino que hace referencia directamente a la posición del individuo en sí mismo y en relación al mundo que lo rodea, basado en el respeto a sí mismo y en el equilibrio entre sus emociones y sus conductas. ¿Quién podría decir que mandar a la mierda a alguien cumple con estos dos aspectos? Insultar, ofender y mandar a la mierda son desahogos, explosiones de temperamento egotistas, pero jamás una conducta que demuestre ni una elevada ni una sana autoestima. El sujeto con autoestima adecuada pondera, tiene confianza en sí mismo, se respeta y respeta al otro y presenta una actitud proactiva ante la vida (que no agresiva).
ResponderEliminarPor otro lado, siento que la frase "ama al otro como a ti mismo" es asímismo egoísta, pues ¿es acaso generoso amar al otro como yo me amo o como deseo ser amado? No, puesto que eso implica no ver ni respertar las necesidades del otro, que perfectamente puede necesitar ser amado de una forma muy distinta a como nosotros nos amamos o como deseamos ser amados? Pienso que conformarnos con la abstracción o con que el sentido de la frase es entendible para cualquiera es un riesgo grande que sigue encerrando egoísmo. "Ama al otro como necesita ser amado" cambia mucho las cosas, pues implica que observamos al otro, que lo vemos, que captamos su diferencia y la respetamos... Implica también un esfuerzo extra por nuestra parte y por ello es más valioso, pues por un momento nos despegamos de nuestro ego para ponernos en el lugar del otro (empatía) y lo amamos como él/ ella necesita que lo amen...
Besos! xxx
muy buen aporte, y si, el egoismo es parte de nuestra naturaleza, eso es fijo, es útil, incluso, sólo que cuando lo pasamos a egoísmo nos perdemos definitivamente unos de otros. entramos, incluso en el odio, el rechazo y la desintegración permanente que es lo que nos mantiene atomizados y sufriendo situaciones que no existirían si viviéramos en el otorgamiento entre todos. Creo que amar al prójimo como a mi mismo es un concepto bastante exacto e involucra lo que tu dices, porque, como a mi mismo, estoy dando al otro lo que necesita, evidentemente. Hoy, precisamente, oí decir de un doctor en física, que esa frase de la Torá: ama a tu prójimo como a ti mismo, es una frase absolutamente científica para la vida.
ResponderEliminarSí, eso es cierto y rectifico mi comentario. Sé que el egoísmo es inherente al ser human y no ha de ser malo, uno tiene derecho a amarse y no es justo que todo lo que uno haga por sí mismo y su ego sea tildado de malo. A lo que me refería es a que el otro egoísmo, el malo, el individualismo frío, es fomentado por el nuevo sistema de vida. No creado, creado está desde que el ser humano (y todos los demás seres) habitan este planeta. ¿Es egoísmo -del feo- querer esta bien, el instinto de supervivencia, etc?Claro que no. Pero sí pasa a ser malo cuando es a costa de los demás. Y eso es lo que fomenta la cultura competitiva actual.
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