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La depresión, que ya Hipócrates concluyó que era una enfermedad no sólo un estado de ánimo pasajero, que provenìa de la “bilis negra”, uno de los cuatro humores corporales (Depresión-Monografías), ha estado en la sociedad humana desde siglos con sus diferentes síntomas y causas.
Son muchísimas las razones barajadas por los investigadores que nos pueden llevar a la depresión: miedo, inseguridad, ansiedad, irritabilidad, pérdidas de seres queridos, falta de afecto, etc... En los tiempos actuales, la depresión es una de las causas de baja laboral más común, y también afecta mucho a adolescentes y niños.
El ser humano se ha movido a lo largo de su existencia con un afán exclusivamente egoísta, por lo que no es raro que en estos tiempo, en que estamos llegando a nuestro máximo punto de desintegración como sociedad por la machacona cultura del individualismo, la propiedad privada, el éxito social y económico sobre los demás, el control como clave de avance; estemos no sólo alejados los unos de los otros, sino que viéndonos como verdaderos enemigos. El sistema nos obliga a competir, no a confraternizar; a empujar no a ir juntos; a pisar, no a dar la mano. Y en ese juego aberrante de vida son muchos los que caen vencidos, algunos porque no llegan jamás a coger el tranco de esta carrera cruel que es la vida en este sistema- ahora globalizado- y otros caen a mitad de camino quebrados por el peso de vivir encorsetados en un “duro” permanente. En ambas situaciones, creo yo, es el desamparo y la lejanía humana la que enferma, porque el ser humano está hecho para el placer del amor, de la armonía, del bienestar y todo eso no puede ser sin los demás. El depresivo está absolutamente solo y hasta me atrevería a asegurar que la depresión es un llamado, un grito al planeta a la unión e integración entre todos, porque estoy convencida, que, más allá de si es exógena o endógena, el depresivo quedó desconectado del alma del otro y está pidiendo su reencuentro en una sola con todos.
Compartí alguna vez la depresión de seres queridos y siempre me porté como una estúpida que no pudo hacer nada más que estar ahí contemplando compasiva. Ahora sé que pude hacer más ante el triste ruego que venía desde el alma de unos amados ojos.
No debemos desentendernos más de ese reclamo, nos puede salvar la vida a todos.
por desgracia no asumimos del todo que la depresion es una enfermedad dificil de tratar y tal como las demas enfermedades del alma , ante un enfermo que la padece, reaccionamos mal. Creemos que "se hace", que dramatiza, que lloriquea, etc etc. Por mi trabajo de aux. de geriatria, he visto como la falta de comprension impide a las familias, o a los seres que se supone queridos, enfrentarse a ella. Hasta he visto como se ha reaccionado con crueldad, con egoismo y hasta con exigencias. Cuando se ve claramente que esa persona necesita cariño y cuidados. Que con un poco de esas dos cosas de nuestra parte vamos a ayudarlos a salir de la oscuridad que los envuelve, a abrirles ese callejon sin salida en el que se creen metidos. No cuesta nada. Nada.
ResponderEliminarYo he visto y vivido la depresión, y he trabajado denodadamente para tratarla si bien asumo honestamente las limitaciones de mi profesión, que más bien puede ayudar a prevenirla y a trabajarla una vez que se la está ya controlando pero que es sencillamente inútil en la crisis aguda de la misma... Sin una medicación que equilibre la química alterada y que devuelva a sus niveles óptimos la serotonina destruida, cualquier aporte es una gota de agua en el desierto pues el dolor psicológico es tan inmenso que nadie que no la haya vivido puede imaginar siquiera cómo es y cómo se comporta... Una depresión aguda convierte al ser humano en alguien que nunca fue, lo desespera, lo derrota y lo lleva a preferir la muerte a esa agonía física y mental tan difícil de describir... Es un cáncer del espíritu, una leucemia del alma... Y por ello la única respuesta sana que uno/a puede tener ante la depresión de un ser querido es la esperanza: nunca perderla, confiar y respirar hondo... Como toda enfermedad, dependerá de la eficiencia de los médicos, de la capacidad de lucha de quien la padece y de la seriedad con que se tome su tratamiento... El entorno afectivo y la red de apoyo sólo debe estar ahí, pues en cuanto el ser amado comience a vislumbrar la luz dentro del túnel, lo primero que querrá ver es a sus seres queridos alrededor, sonriendo... :-)
ResponderEliminarBesos! xxx
La depresión como esclerosis de la plenitud...
ResponderEliminarPones el dedo en el punto exacto, Mariana.
hay gente, como en esos geriátricos que habla Fedora, que viven peor la depresión, es más sufriente porque el egoísmo de su entorno inmediato es total... lo malo es que esa gente que margina a ese familiar suyo, más tarde o más temprano verá que se está marginando de su propia esencia humana, cosa que está destruyendo a la sociedad.
ResponderEliminarPepé, sé que ud. sabe lo que es una depresión y la ha descrito tan bien, que se me puso un frío en el estómago... sabe también lo importante de no estar sola. besitos
ResponderEliminarLo más triste de estar depresivo es saber que tu familia y las personas que te quieren y se preocupan por ti están aterrados y se sienten terriblemente impotentes, pero lo principal es saber que el amor es mucho más fuerte y que, además, no queda otra que aceptar que la depresión es un karma personal, nadie puede acompañarte, nadie puede hacerla desaparecer, sólo el tratamiento y tu propia fuerza, aunque muchas veces quien la padece no cree en absoluto que la tenga, pero ahí está, preparada para aferrarse a la vida y al amor en cuanto se la permita actuar... :-)
ResponderEliminarBesos, mamá! xxx
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ResponderEliminarMuy buen tema Mariana..Yo creo que todo el mundo de alguna manera tiene depresion, en bajo grado, pero la tiene... Yo creia que tenia depresion porque a veces me doy cuenta que no me lavo o no hago la cama o no limpio la pieza ni arreglo mis cosas..mi ropa, etc
ResponderEliminarPero creo que es una actitud de rebeldia, muy propia de mi,porque en estos momentos tome una responsabilidad que me mantiene fuerte y sana, para hacer horarios que jamas en la vida haria si no tuviera cuidar a alguien..Me cargan las responsabilidades porque yo las tomo al pie de la letra..y seria capaz de dar la vida por mi responsabilidad..jajajaja,
Asi que para armonizar mi estado mental debo hacer cosas o dejar de hacer, ya que para mi ,no hacer la cama o lavarme es una regla extricta..pero ahora son reglas que paso de ellas y me hacen estar bien..Me preocupo por los mios y por la suerte del mundo..pero cuando llega la noche..solo quiero estar sola y escuchar musica e imaginarme cosas ..Y estar con la oreja parada por si la viejis se despierta ...