viernes, 30 de marzo de 2012

La armonía de lo malo






“Patrón, ¿alguna vez vio un desastre más espléndido?”, le dijo Alexis Zorba a Basil en la película Zorba el Griego. En el libro dice:“Patrón, viste el derroche de chispas que se gastó el condenado?”. Todo esto, refiriéndose a una estructura de madera levantada para el traslado de material de una mina al río y que el día de su inauguración se fue al suelo aparatosamente. Lo de un espléndido desastre, es tan genial como la del tinglado echando sus mejores chispas en su destrozo. Ambas expresiones nos muestran la maravilla de la catástrofe.

Y viendo nuevamente el video de la danza de Zorba que descargué de youtube ( supongo que no será una infracción), a raíz de todo lo que estamos viviendo últimamente en el planeta, que cada vez da menos opciones de esperanza, confianza y alegría, me di cuenta de que el mal también se maneja como el bien, con las mismas necesarias leyes para subsistir. Y la básica es la del equilibrio. Toda la maldad, todo el mal existente en la sociedad, ha ido creando en su esfuerzo el estatus armónico perfecto que nos envuelve.

En nuestra realidad lineal nos regimos por la ley de causa y efecto y todo el mal se va dando perfectamente según esa ley haciéndose absolutamente armónico en su avance y extensión. Y nos está “comiendo”, nos vamos adaptando al mal, vamos bailando a su compás, sometidos en una danza triste de corderos hacia un matadero, o al menos, a los palos que nos tienen que venir, porque vivimos siempre esperando golpes; ya no bailamos como antes -como Zorba- para celebrar, para demostrar nuestra alegría, ahora bailamos o escuchamos música para desahogar penas y angustias, para escapar de una realidad armónica de pesares o como mínimo de permanentes luchas para tener cosas que ni siquiera nos hacen felices... sólo nos hacen acorde al sistema pensando que eso nos llevará a la armonía. Pero no sucede, fijo que no sucede.

Todo el mal es absolutamente eficaz porque actúa con equilibrio, actúa dentro de la ley de causa y efecto con total rigurosidad: Un joven homosexual es salvajemente torturado y asesinado por psicópatas en la más absoluta soledad y desamparo del amor y la solidaridad que le debe su sociedad.
Niños y jóvenes abusados y violados por cualquier criminal del sector que venga: iglesias, clases bajas, medias o altas. Lo mismo, en soledad y abandono, sólo con la compañía y el perfecto funcionamiento de una maldad profunda.
Los trabajadores que durante años entregan su vida por pésimos salarios y malos tratos a empresarios codiciosos cuyo ego les quita la sensibilidad y conciencia con el prójimo. La perfección total en la explotación del hombre por el hombre.
Los gobiernos que masacran grupos humanos sin ningún reparo para hacerse con un poder omnímodo para someter a las personas. Una danza macabra bien dirigida. 
Y hasta en los asuntos más pequeños, la armonía de lo malo está a sus anchas: en la vida cotidiana, en la calle, en el trabajo, en la compra, en la playa, en el cine, en el bus y hasta en los hogares,  siempre dispuestos a agredir, a linchar, a odiar. Antes de un par de generaciones ¿estará el ser humano matándose uno al otro?
Y es terrible decir: ¿Y qué puedo hacer? Es terrible, porque eso es como decir: bueno, espero pasar piola, con el mìnimo sufrimiento. O sea, con el egoísmo al máximo. Actitud que se ajusta plenamente al mantenimiento de la armonía de lo malo que vivimos.



Entonces, emulando a Zorba, ante nuestra crisis humana pregunto:



¿había visto alguien un desastre más espléndido?









5 comentarios:

  1. Me dejas paralepipeda y si..por eso ya no bailo, pensaba que era por la perdida del ritmo..nooo es que ya no hay mucho por qué bailar..todo es un gran bluff para que me vaya al plato.

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  2. interesante articulo...esperemos que las cosas mejoren. Yo ya no cambio y pienso seguir bailando al compás de mis principios, la libertad de solo imaginármelo, no me lo quita nadie. Besos.

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  3. Ya nos acostumbramos a llamar equilibrio a esa compensación leve de de dos cosas buenas por cada mil malas. Y así hemos llegado a donde estamos, a un punto donde algo se tiene que romper definitivamente para que esa ecuación se revierta.

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  4. ... Y llegamos a la práctica pseudopolítica: como lograr una peor sociedad, un peor ciudadano. Un ser frustrado, utilizable, esclavizable.
    Nadie, tanto si se trata "de los de a pie", como si son seres de otros mundos -y supuestamente- con un grado mayor de conciencia, ninguno ha producido modificaciones radicales. El mal sigue en su reino, tan armónico como siempre.
    A lo sumo, encontraremos luz unos pocos autoconvocados entre tantos de los muchos que han sido llamados.
    Y sí, así se "baila" Mariana.

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  5. por lo pronto, estoy aprendiendo la danza de Zorba,me encanta...cuando la aprendamos todos, a la playa a bailarla sin zapatos. que no nos atrape la mecánica de lo malo... besos a todos

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